lunes, 7 de mayo de 2012
3. PATATAS CON SOPAS
Mi historia con las sopas de ajo son muchas, tantas como las veces que las he cocinado. Recuerdo la primera vez que las hice. Tenía siete años. La verdad es que me quedaron muy espesas no obstante recibi las felicitaciones de mis padres y hermanos.
Si te dedicas a cocinar, resulta gratificante ya que cada plato es una creación y le vas cogiendo el truco a cada cosa que haces y a medio plazo ya puedes cocinar sin problema.
Pues os diré que mi segundo "plato" que hice, fueron patatas con sopas, una variación de las sopas de ajo, pero con patatas. Estos platos son cocina de aldea y me recuerdan a mis abuelas, ambas de la misma zona y ambas con muchos años de experiencia en preparar platos sencillos con los ingredientes que se tenían en una casa de labranza. Siempre las recuerdo con cariño y veneración. La verdad es que eran únicas ambas.
No siempre me gustó cocinar, cocinar por obligación es una tarea pesada pues siempre tienes que estar pensando en lo que vas a poner al día siguiente para comer y cenar, sin embargo con los años le he cogido cariño y hoy cocinar no me supone ningún problema, ni siquiera si se presentan invitados de improviso.
Claro que no se puede ser exigente a la hora de comer, tener "buena boca" es importante para paladear cualquier comida. Y saber comer me ha resultado interesante ya que en mis viajes por el mundo, he probado cantidad de platos que igual a la vista no eran apetecibles y sin embargo una vez que los probaba resultaban igualmente buenos.
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