viernes, 29 de junio de 2012

19. LA FUENTE DEL PRADO DEL VALLE



Hoy quiero rendir un homenaje a todos los habitantes de Anta de Rioconejos y os diré porqué.

Este es el pueblo natal de mi padre y durante muchos veranos fué mi pueblo tambien. Yo he nacido en Tafalla (Navarra) pero todos los veranos de mi vida hasta que cumplí los quince los pasé con mis abuelos y tías entre Santiago de la Requejada y Anta de Rioconejos.

Y  recuerdo que no había agua corriente y cogíamos los botijos y las cántaras y todos los días a las mañanas, mediodias y tardes e íbamos a la fuente y a esto los llamaban "hacer las vueltas del agua".

Y recuerdo esta fuente en particular ya que era un manantial cuyo fondo era arenoso y tenía tres paredes de piedra y un techo de piedra tambien y el manantial era abierto, o sea que no tenía caño ni grifo alguno y tenías que meter el botijo o la cántara en el manantial para llenarlos.

Además convivía una pareja de salamandras negras con pintas blancas  preciososas en el fondo del manantial, las cuales, lejos de darme asco me producían un excelente bienestar  (siempre había oido que estos animales viven en las aguas más puras y cristalinas).

Y quiero tambien hacer un homenaje a los pastores (todo el pueblo) sobre todo por haber convivido con ellos y ellas y darme cuenta de lo bonito que era el pastoreo, como ordeñábamos al mediodía unas cabras y con el cuajo y el sol hacíamos un excelente queso fresco que comíamos por la tarde, antes de volver con el rebaño a casa.

 Y tambien recuerdo el "pan de la raposa" que no era otra cosa que un trozo de pan de hogaza remojado en la fuente y rebozado de azucar, pero de azucar de "terrón" de la que había que romperla y machacarla para hacerla granitos.

Gracias por todo lo que me enseñasteis. Un fuerte abrazo para todos/as.