viernes, 11 de mayo de 2012

10. TRUCHA ESCABECHADA



Como os dareis cuenta, mi forma particular de explicar la cocina que hacemos, es como para niños/as, ya que os cuento que desde niña comencé a cocinar y , de hecho, las tres generaciones comenzaron a cocinar desde niñas.

 Mi abuela había aprendido de su madre, mi madre, de su abuela Flora y de su madre. Y yo de mi abuela y de mi madre, aunque bien es verdad que he ido complementando mi forma de cocinar con otras cocinas de aquí, con la cocina navarra, aragonesa, catalana, valenciana y andaluza. Amén de que desde que me conecto en Internet, he visto y he hecho muchísimas recetas, aunque no son lo mismo.

Creo que antes se cocinaba con intuición, mirando el tiempo y el campo, o sea dependiendo de las condiciones y de los productos con los que se podia cocinar.

 Mi abuela, por ejemplo, al ser de Aldea interior (no había mar), tenía que esperar al pescatero que venia por las aldeas vendiendo unas sardinas del tamaño de una trucha, o mas tarde, el camión del pescatero que ya traía productos congelados. Aun hoy hay un dia a la semana (en verano dos) en el que se oye el bocinazo inconfundible del camion del pescado.

Claro que tenían gallinas, cerdos, ovejas, cabras y vacas.

Como iba diciendo, en la aldea los hombres, por lo general, se dedicaban a pescar en el rio Negro, en el que siempre hubo truchas buenísimas.

Tambien cazaban o ponían lazos para cazar liebres, que era lo que entonces habia.

Además al tener que proteger al ganado y gallinas, perseguían a lobos, zorros y garduñas.

 Hoy, al estar cerca del parque natural, hay ciervos, corzos y jabalíes. Aunque están bastante protegidos.

Bueno, aqui os incluyo una receta de mi abuela, que mi madre y yo tambien hacemos.

TRUCHA ESCABECHADA.

Se abren por la mitad las truchas, se limpian de tripas y aletas (si se quiere se quita la espina central).

Se salan, se pasan por harina y se frien en abundante aceite. Una vez fritas, se sacan del aceite.

En la sarten se echan unos ajos enteros, majados, tres o cuatro hojas de laurel fresco y se vuelcan las truchas. Se le añade un vasito de vinagre de vino y se hierven dos o tres minutos y se ponen en un bol alargado de cristal con todos los aderezos.

Esta trucha se puede guardar varios dias y se puede comer tanto caliente como fria.

Deseo que la hagais algún día.


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